sábado, 17 de julio de 2010

EL SUEÑO DE UNA MADRUGADA EN VELA


"Una noche de primavera sin sueño". De Enrique Jardiel Poncela. Dirección: Gerardo Malla. Reparto: Pedro Osinaga. Julia Trujillo. Blanca Marsillach. Juan Lomardero. Adela Armengol. Pedro Javier. Vanesa Arévalo. David Fernández. Escenografía: Gil Parrondo. Iluminación: Josep Solbes. Vestuario: Berta Leone. Madrid. Centro Cultural de la Villa. 10-10-2001.

El próximo lunes 15 de Octubre Jardiel Poncela hubiese cumplido cien años. EL mejor regalo que puede hacérsele a un autor después de su muerte es que su teatro siga representándose, que sus personajes sigan hablando por él desde un escenario. Jardiel fue un revolucionario de la renovación de la risa. Ese "asqueroso teatro de hoy y de siempre" como llamaba Jardiel al teatro cómico, sufrió en sus manos una de las cirugías más renovadoras que se le han dado en los últimos tiempos. La prueba es que no hay grandes propuestas de renovación de la comedia en el teatro español posterior a Jardiel.
Esto no quiere decir que el autor madrileño se olvidase de las exigencias del público y de la maquinaria teatral para la que escribía, su teatro tiene una libertad osada, que entra y sale del mundo de los sueños, pero al final de la obra siempre hay ua explicación lógica, como si un detective de policía se hubiese colado en la trama, y se empeñase en explicar -a los postres- que todo lo sucedido tiene -aunque no lo parezca- su lógica interna. Jardiel estaba en contra del teatro naturalista, del humor de astracán y de los senderos trillados del popular sainete castizo. Jardiel buscaba un teatro nuevo, un teatro del sueño, por eso tantas de sus obras se desarrollan en plena madrugada.
"Una noche de primavera sin sueño" es la primera obra de Jardiel estrenada en 1927. A partir de aquí, puede considerarse inaugurado su teatro. Las señas de identidad de su alta producción humorística, están configuradas. Galanes y damiselas de la buena sociedad protagonizan sus obras en medio de algún enredo, que impide que los amantes lleven su amor a buen puerto. Criadas que lo saben todo y que desgranan su mala uva directa sobre las extravagancias de sus señores. Personajes de curiosos hombres adultos seductores de varias generaciones de féminas. Maridos que no entienden cómo se les va de las manos el amor de sus esposas y lo ponen a prueba... Todo un artefacto dramático personalísimo que sigue funcionando para divertir al público.
A Pedro Osinaga le sienta de maravilla el humor de Jardiel Poncela, esos personajes con un disparatado encanto verbal y de comportamiento, están hechos a su medida de gran cómico. Se mueve con desenvoltura en la noche de la razón jardielesca. Su gestualidad y sus muecas son precisas bombas que disparan la carcajada del público. Julia Trujillo comparte este sentido humorístico sobre la escena, su Adelaida tiene un gran encanto cómico y poético. Blanca Marsillach interpreta a la esposa envuelta en este lío de pantalones, con belleza y naturalidad. Adela Armengol da vida a la siniestra y lúcida Berta, una señora que prefiere servir a que la sirvan. Juan Lombardero interpreta con fuerza y convicción a Mariano, el esposo de la dama; y los jóvenes Vanesa Arévalo y David Fernández interpretan con desenvoltura a la jovencita pareja de amantes.
Gerardo Malla ha dirigido la obra con un gran sentido jardielesco, dotando de un buen ritmo cómico a esta pieza que encierra tantas sorpresas. El público premió el arte vivo del teatro de Jardiel Poncela, la noche del estreno, con insistentes aplausos a los intérpretes y al director de la obra.

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