lunes, 5 de julio de 2010

TANTO ESPERAR A GODOT


"Esperando a Godot". De Samuel Beckett. Direción: Lluis Pasqual. Versión en catalán: Joan Oliver. Escenografía: Frederic Amat. Iluminación: Xavi Clot. Reparto: Eduard Fernández. Anna Lizarán. Roger Coma. Francesc Orella. Madrid. Festival de Otoño. Teatro de la Abadía. Fecha de estreno: 27-10-99

Samuel Beckett es el Picasso de la dramaturgia del S. XX. El término beckettiano es uno de los adjetivo más poderosos que pueden emplearse en teatro para definir una situación incomprensible, extravagante, humorística, transgresora, metafísica, desnuda, desesperanzada... Beckett era secretario personal de otro irlandés fetichista de las palabras, James Joyce, y ambos vivían en Francia. Algo debió pegársele del maestro, de su afán de fulminar el lenguaje para encontrar nuevas vetas expresivas, (o la expresividad de la nada) para encontrar un arte nuevo radical sin concesiones a los intereses conservadores de la burguesía dominante.
"Esperando a Godot" (1952) es su obra teatral más representativa Su estreno supuso una bomba para los engranajes habituales que articulaban el texto dramático. La lógica había desaparecido, también el argumento, y si nos apuramos, hasta los personajes. Pero Beckett no escribe un teatro transgresor gratuitamente, elabora nuevas fórmulas, y sobre todo experimenta sin ponerse límites, para hacer más grande el uso de la palabra en el teatro; para hacer más libre lo teatral.. No se trata de un autor deseseperanzado, su compromiso con todas las causas pendientes así lo demuestra; que los personajes de esta obra sean mendigos, esperando debajo de un árbol en una carretera a que venga alguien, sitúa las coordenadas morales del autor franco-irlandés que llegó a alzarse con el Nóbel.
El prestigioso Teatre Lliure ha vuelto a ponerse bajo la batuta de Lluis Pasqual, (después de haberlo estado esperando bastantes años) para representar esta obra que es uno de los hitos de la dramaturgia del S. XX. El director y sus actores consiguen poner en pie un espectáculo de muy buena factura escénica, con una interpretación sobresaliente, factores ambos que suelen caracterizar su trabajo. No decepcionan a un público que espera encontrar un teatro riguriso y brillante.
Pero, ¿por qué han elegido esta obra y no otra cualquiera del repertorio? No parecen muy interesados en hacer su "lectura" personal de Beckett, ni de lo que puede contener el envoltorio Godot; ni siquiera, de por qué se hace teatro. Ni la puesta en escena, ni la escenografía arriesgan, ni inventan nada para hacer avanzar un paso más el lenguaje teatral y la propia trayectoria de tan ilustre compañía. Sería mejor que el señor Pasqual -con su fértil trayectoria- no se conformase con alcanzar los mínimos seguros, y estuviese dispuesto a equivocarse, o a ir mucho más lejos de donde ha llegado con este convencional y preciosista montaje. La obra de Beckett lo exige; para el teatro español, es urgente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario