martes, 29 de junio de 2010

TAN AGUSTO COMO EN CASA


“Cuando Harry encontró a Sally”. Una adaptación de Octavi Egea sobre el guión cinematográfico de Nora Ephron. Música y letra: Joan Vives. Dirección escénica: Ricard Reguant. Reparto: Josema Yuste. Angels Gonyalons. Oscar Mas. Sonia Dorado. Dirección musical: Xavier Casademunt. Coreografía: Barry Mc Nabb. Escenografía: Fiona Capdevila/Susana Fernández. Vestuario: Rafael Garrigós. Madrid. Teatro de La Latina.

En tiempos pretéritos era el cine el que se alimentaba del teatro, y enriquecía sus guiones con profundas cargas dramáticas. En el nuevo siglo el fenómeno parece invertirse, cada vez se ven más espectáculos basados en películas, favoreciendo una contaminación o mestizaje, que debería llamarse abiertamente teatro cinematográfico. El teatro es una suerte de nacionalismo ideológico tan humano, que llega a hacerse universal. El cine viene fundamentalmente de América. No es de extrañar que nuestras castizas corralas zarzueleras se hayan visto sustituidas por el perfil de picos de Manhattan, bajo una evocación del puente de Brooklyn neoyorquino. A Harry y Sally los conocemos desde siempre, no sólo por la película, sino porque representan a esos prototipos de gente corriente que llevamos mamando en televisión desde la más profunda infancia.
Josema Yuste encabeza un espectáculo concebido para todos los públicos, y elaborado en torno a la idea del entretenimiento tontorro y romanticón, típicamente norteamericano, servido en abundancia y variedad, como corresponde al teatro musical. Todos los recursos que se usan, son tan previsibles como efectivos. Por ejemplo, la escenografía, da la impresión de haberla visto ya en muchos montajes anteriores. Con una musiquita pegadiza, alegre y superficial, el espectáculo revela coherencia y honestidad: es simplemente lo que quería ser; y esto el público lo valora como autenticidad. Ellos están pasando un buen rato en el teatro, y además en escena dan lo mismo que en televisión; o sea, tan a gusto como en casa.
El popular humorista aporta simpatía y presencia al personaje algo arisco de Harry. usa –pocas veces- la mímica con una gran eficacia humorística, y por lo general arrastra carcajadas en la sala. Angels Gonyalons es una rara del escenario, con una presencia escénica tan cotidiana como la de la farmacéutica de la esquina. Además, canta, actúa, y está un poco chalada. Así es su tierna y efectiva Sally de transparente y autosuficiente.
El cuerpo de baile aporta alegría a la representación, a pesar del ríspido -más que irónico- vestuario de Rafael Garrigós. La siempre bien recibida orquesta hacen sonar muy bien su alegre música, para confirmar este redondo espectáculo, que fue interrumpido permanentemente con salvas de aplausos. El día del estreno, Josema Yuste y sus compañeros demostraron tener el mayor poder de convocatoria en rostros famosos, de todo lo que va de temporada. Es una confirmación de que se trata de un hábil musical para todos los públicos.

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