miércoles, 30 de junio de 2010

SIN LORCA


“Ombra”. Un espectáculo de La Fura del Baus sobre F. G. Lorca. Dirección escénica y artística: Hansel Cereza-David Marín. Actores: Isabel Rocatti. Abraham Hurtado. Oscar Rabadán. Juan Navarro. Bailaor: Javier Latorre. Cantante: Danna Leese Routh. Madrid. Teatro de Madrid. Estreno: 20-1-99.

Federico García Lorca era un hombre de gran reputación artística e intelectual que además gozaba de una enorme popularidad y fama. La Fura del Baus es un conjunto teatral que pudo quedarse en grupo de teatro pero que sin embargo terminó convirtiéndose en una factoría de espectáculos muy considerados por el público más joven, y los políticos con afán de barniz vanguardista. Desde hace más de quince años sus personales montajes han tenido la insólita virtud de despertar interés. No es de extrañar que este atractivo cóctel Lorca-Fura, haya provocado curiosidad en amplios sectores.
Sin embargo, los elementos de este combinado no se terminan de mezclar en ningún momento de la representación de "Ombra". La Fura consigue unas atmósferas sugerentes y unas imágenes impactantes -como suele ser habitual en sus trabajos- pero cuando se topa con los textos de Lorca, descubre en ellos su mortal talón de Aquiles: La Fura demuestra desconocer las sutiles y esenciales leyes que rigen el uso del texto en escena. La palabra dicha en un escenario magnifica al autor (el dramaturgo siempre ha sido el Sol de los escritores); y magnifica el sentido del idioma: una forma de expresión y comunicación entre los ciudadanos que se reúnen en un teatro, para escuchar la palabra de uno de sus grandes hombres o mujeres.
A "Ombra" le sobran todas las escenas donde se dicen los diversos textos de Lorca seleccionados para la ocasión. Ni se entienden, ni transmiten nada de la vehemente belleza que hay en toda la escritura lorquiana. Si los actores los dijeran en chino o en cualquier idioma incomprensible para el público, sería más coherente con la propuesta del espectáculo. Esto genera una tremenda decepción en -al menos- gran parte del público, que se ve privado de recibir la ofertada palabra de Lorca, y tiene que conformarse con las chocolatinas visuales que vienen entre texto y texto. En "Ombra" está La Fura, pero falta Lorca. Ni siquiera la sugerente iconografía del espectáculo, ni su bella banda sonora, tienen claras señas de identidad lorquianas, podrían ser intercambiables con decenas de espectáculos de teatro-danza o videos musicales. Precisamente, el video de un toro corriendo por Nueva York quizás sea el mayor hallazgo lorquiano del espectáculo.
El amplio público que suele tener La Fura quedará satisfecho con esta nueva entrega de la factoría del Baus, aunque tendrá que estar dispuesto a soportar el pan duro en que se han convertido los textos de Lorca en este montaje.

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