miércoles, 30 de junio de 2010

ÉRASE UNA VEZ UN GANGSTER...


"Fidelidad". De Chazz Palminteri. Dirección: Rafael Moleón. Actores: Andoni Gracia, Laura Cepeda, Jesús Ruyman. Traducción: Natalia Ferrán. Escenografía: Elisa Sanz. Madrid. Teatro Fígaro. Estreno: 23-2-1999.

No hay mejor manera de identificar a Chazz Palminteri que recordándolo como el gansgter-dramaturgo de "Balas sobre Broadway", la película de Woody Allen que volvió a hacer las delicias de espectadores de medio mundo. Aquel matón guardaespaldas de la chica, que la acompañaba a los ensayos de una compañía teatral neoyorkina de los años veinte, terminaba convirtiéndose -a su pesar- en el Shakespeare improvisado de una compañía decadente y falta de inspiración. El más gañán de todos, resultaba ser el único portador de la chispa del genio y la pasión teatral; una especie de gorila con pistola terminaba convirtiéndose en el héroe más tierno que ha dado el cine reciente. La interpretación de Chazz Palminteri dotaba a tan peculiar personaje de una humanidad inolvidable.
En "Fidelidad" (un título demasiado genérico para una obra tan genuina) hay muchas coincidencias con la película de Woody Allen. Un asesino a sueldo (contratado por el esposo para eliminar a su esposa, y cobrar su herencia), dialoga con su víctima antes de matarla. Y ahí comienza el regocijante juego que plantea esta obra: el matón mafioso resulta ser mucho más tierno y humano que un matrimonio decente.
Pero además, a este gangster le sucede lo mismo que al de la película con Palminteri: está interpretado por un gran actor, como Andoni Gracia demuestra serlo en esta función, hasta el punto de convertirse en presencia indispensable. Hace reír al público con los ingeniosísmos diálogos de Palminteri (muy bien traducidos por Natalia Ferrán), con la misma facilidad que pasa a la violencia, creando una tensión y una gravedad que se palpa en todo el teatro: el asesinato puede consumarse en cualquier momento, pero mientras, "nos echamos unas risas".
El director es en gran parte responsable de estos hallazgos, pues demuestra tener buen pulso para definir las situaciones y atmósferas dramáticas con claridad, y dirigir a sus actores con precisión y sutileza. Rafael Moleón -como hombre de cine- quiere homenajear al cine negro, valiéndose de la gama cromática de grises que impregna la escenografía y el vestuario, y reduciendo la boca del escenario hasta el tamaño alargado de una pantalla de cinemascope.
Laura Cepeda (Alma Mater del proyecto) y Jesús Ruyman, -interpretando al matrimonio- son los otros dos soportes de esta comedia con gansgter.

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