miércoles, 30 de junio de 2010

LA TABERNA DE LA MEMORIA


"Una estrella". De Paloma Pedrero. Dirección: Panchika Velez, Paloma Pedrero. Intérpretes: Mapi Galán, Pancho García, Manuel Navarro, Juan Carlos Talavera. Madrid. Teatro Del Círculo de Bellas Artes. Estreno: 24-2-1999.

El teatro de Paloma Pedrero tiene la habilidad de construir unos personajes de su tiempo, nacidos además desde una mirada femenina, por eso interesa tanto al público como a directores y sobre todo directoras. La presencia femenina creciente en los oficios teatrales reservados tradicionalmente a los hombres, es enriquecedora, y comienza a normalizar el estado de una escena que siempre fue contemplado por un público de hombres y de hembras.
Estrella es una mujer fuerte, pero sola y resentida, machacada por el dolor de sus recuerdos; una hembra de tronío que acude a una vieja y sórdida taberna para corregir su destino.
En este teatro de corte psicológico, lo que importa son los recuerdos que determinan los conflictos de los personajes.
Pedrero plantea un juego sustancioso entre la creación literaria (Estrella es escritora) y cómo el autor termina confundiéndose con lo contado hasta descubrirse a sí mismo en el proceso de escritura.
"Una estrella" es una invitación a un viaje interior por los fantasmales océanos de los recuerdos de una mujer sola.
La aparición del personaje masculino principal, un viejo amigo de su padre, pone en marcha el mecanismo sicodramático que se desarrollará en el resto de la obra. El alcohol, los boleros, la torridez de la noche..., hace que ambos personajes se entreguen al juego de sus comunes recuerdos, de sus ahogados deseos.
Todos estos conflictos van desgranándose progresivamente en escena en una representación donde lo que impera es la buena interpretación de la palabra. Pancho García interpreta a Domínguez el amigo del padre, con ternura y delicadeza; transita con credibilidad por esta larga melopea y mudanza de recuerdos. Mapi Galán consigue que su exótica belleza se integre temperamentalmente en esta obra donde luce una estrella entre los hombres. Panchika Velez y Paloma Pedrero han dirigido a sus intérpretes con vigor y delicadeza, y han dotado al espectáculo de una turbia y hermosa atmósfera que suministra la música del bar, donde hasta Martirio se marca un bolero en el más puro estilo Chavela Vargas.
Aunque esta sórdida taberna con las paredes hechas jirones -como la memoria de la protagonista- parezca el escenario de una turbia tragedia al estilo de "La reina de la noche", el desenlace de Pedrero es esperanzador: siempre queda un resquicio por donde los humanos pueden escapar a su destino. Cuando llega la mañana, la estrella se aleja de los hombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario