jueves, 24 de junio de 2010

FLOR NUEVA DE ROMANCES VIEJOS

"Corona de amor y muerte”. De Alejandro Casona. Dirección: Mara Recatero. Reparto: Ramón Langa. Abigail Tomey. Miguel Palenzuela. Francisco Piquer. Ana María Vidal. Roxana Esteve. Alberto Delgado… Escenografía: Alfonso Barajas. Figurines: Javier Artiñano. Música original: Volker Kirberg. Madrid. Teatro Español. 5-6-2003.

El estreno de “Nuestra Natacha” en enero de 1936 produjo tal unanimidad de crítica y público ante la obra de un autor no consagrado como Alejandro Casona, que algunos críticos hablan del teatro español antes y después de esta obra. El impacto que produjo en la acomodada escena española, la sinceridad, frescura y el talento del autor asturiano, condujo a muchos a pensar que se estaba viviendo un verdadero renacimiento del teatro español.
“Corona de amor y muerte” no es la pieza más representativa del teatro de Casona. Está escrita en 1955 en Buenos Aires, durante el exilio del dramaturgo, y aunque en ella se vierten todas las benéficas influencias de los numerosos talentos de su autor, esta corona que remata los amores de Inés de Castro y el Príncipe Pedro de Portugal, es como una leyenda en la que el amor sustituye al componente fantástico, que siempre termina triunfando en el universo casoniano.
Inspirada por el aliento optimista y poético de Casona, Mara Recadero ha dirigido un espectáculo pleno de sentido y emoción, que atrapa al público desde el primer instante, y le conduce cautivado por la inteligencia y la elegancia de Casona hasta el final fatídico y gótico, propio de un cuento terrorífico de Becquer.
El género histórico siempre ha sido un buen aliado del teatro. A comienzos del siglo veinte reinaba en la escena madrileña. Toda la estética de teatrito recortable y linterna mágica se vierte a la perfección en las leyendas históricas. Lo que podría resultar desfasado en otros escenarios, alcanza en “Corona de amor y muerte” un encanto orgánico. Casona se sentía sentimental y poéticamanete identificado con el conflicto de Inés de Castro. Las fuerzas de la bondad, el encanto y el amor son los ideales del poeta.
Abigail Tomey consigue alcanzar ese inextricable encanto de Inés, que subyuga a todos los que la conocen, sean amigos o enemigos. Su pura belleza juvenil casa a la perfección con la de su personaje. Ramón Langa da vida con templanza y pasión, al príncipe Pedro de Portugal, un heredero que no está dispuesto a casarse por motivos de Estado, si no atendiendo a los dictados de su corazón. Miguel Palenzuela interpreta con fuerza y austeridad al Rey Alfonso, padre del príncipe, asumiendo en su rol toda la visión funesta del mundo político. Francisco Piquer da vida con templanza y elegancia al Maestre de Campo. Y Ana María Vidal vuelve a brillar con luz propia en el personaje de Amaranta, la dama de Inés de Castro.El distinguido público que llenaba el Teatro Español la noche del estreno, vivió la velada como una noche histórica. La emoción contenida que suscitaba el evento, vino servida de la oportuna mano de Casona, un cómplice ideal, que permitió disfrutar a todo el auditorio de uno de los mejores montajes que se han visto en el escenario del Español en los últimos tiempos. Las ovaciones del público a toda la compañía vinieron a confirmar los murmullos de aprobación que acompañaron la representación.

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