jueves, 24 de junio de 2010

TANTO ESFUERZO PARA NADA


“Romeo y Julieta”. Versión libre de Antonio Onetti sobre la obra de W. Shakespeare. Dirección: Emilio Hernández. Versión: Antonio Onetti. Música y canciones: Tomatito. Reparto: Celia Vioque. Antonio Navarro. Juan Luis Corrientes. Inmaculada Pérez. Mercedes Hoyos. Antonio Salazar. Paco Morales… Vestuario: Mercé Paloma. Madrid. Teatro Pavón.

La representación de las obras de teatro clásico plantea un dilema moral en términos artísticos. ¿Por qué se siguen representando estas piezas, escritas hace centurias o incluso milenios?, ¿por un prurito cívico, similar al que cumple una obligación engorrosa con los antepasados?; o, ¿porque se cree, que estas obras pueden ser una llave mágica, que nos abra la vida y la mente de otras épocas, y ese viaje artístico -por encima del tiempo- enriquezca nuestra visión del presente?
Los partidarios de esta segunda opción son más heróicos -teatralmente hablando- al aceptar el reto y la humildad que conlleva, ponerse a escuchar los susurros y aromas que destila un lejano texto dramático, y entregarse a ser su médium y su fiel intérprete.
Entre los espectáculos que afrontan los clásicos como una cantera inagotable, (libre, además, de derechos de autor) frente a la actual “ausencia” de dramaturgos, puede contarse este “RomeoXJulieta”, que presenta Emilio Hernández, desde el Centro Andaluz de Teatro, con versión libérrima de Antonio Onetti.
Intentar “actualizar” una obra de Shakespeare, desposeyendo al lenguaje del bardo inglés de todo su enigma y grandeza poética, en beneficio exclusivo de la acción, es como “modernizar” un soneto, mutilándole diez versos para que no canse su “extrema” longitud al lector contemporáneo. Existió en tiempos una revistilla llamada “Reader Digest”, que se caracterizaba por presentar versiones refundidas y abreviadas de distintas piezas literarias. Se vendía bien, pero a nadie se le ocurrió introducirla en ningún debate literario, porque se trataba de un mero producto comercial, en el que el material artístico era una simple mercancía cualquiera.
El esfuerzo para nada que se respira en la versión de “RomeoXJulieta” de Hernández/Onetti es totalmente gratuito y no aporta nada a la representación actual de Shakespeare. Incluso los esquilmados alumnos de literatura de los institutos de la LOGSE tienen derecho a escuchar la palabra de Shakespeare, si van a ver “Romeo y Julieta”. No es un buen planteamiento llenar la obra de desfasados punkis de los ochenta, de flamencos, raperos, y música grabada de Tomatito; usando diálogos de parada de autobús, y ocurrencias de borrachos tabernarios, para que el público -joven o maduro- pueda hoy seguir disfrutando con Shakespeare. Si ha pasado a la Historia, y sus obras siguen reviviendo en escena, se debe a cómo las escribió, y a cómo fijó en la forma precisa de sus versos y sus prodigiosas imágenes poéticas, la eterna condición mudable del ser humano: su miseria y su grandeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario