domingo, 18 de julio de 2010

BANDERILLAS ENVENENADAS


"La fiebre del heno". De Noël Coward. Versión: Jaime Azpilicueta. Dirección: Ángel García Moreno. Reparto: María Luisa Merlo. Pedro Civera. Antonio Vico. Ana Soriano. Elvira Travesi. Cruz Sánchez. Raúl Sanz. Nacho Núñez. Elena Maurandi. Escenografía y figurines: José Miguel Ligero. Iluminación: José Luis Rodríguez. Madrid. Teatro Fígaro. 8-12-2000.

Noël Coward debutó en teatro a los nueve años. No sería hasta después de la I Guerra Mundial, cuando se lanzó a la escritura de sus propias obras. El éxito de "La fiebre del heno" -en el Londres de 1925- lo puso en órbita en la escritura dramática, que ya no abandonaría jamás. Conviene situarlo antes que nada como un completo hombre de teatro, entre cuyas tareas figuraba también la escritura. Coward no puede dejar de ver la sociedad como un gran teatro de hipocresías y apariencias, que refleja en sus comedias con un espíritu picaresco y burlón, propio de la mejor estirpe cómica.
Ángel García Moreno festeja y recuerda el centenario del nacimiento de este chispeante autor británico de la mejor manera en que pueda homenajeársele: volviendo a representar su teatro.
El público de hoy se lo pasa estupendamente, asistiendo a la ceremonia de ingenio que Coward reúne en torno a sus personajes: la familia Bliss y sus invitados. Los Bliss no son gente corriente, ella ha sido primera actriz de teatro, y su esposo es un autor de novelas de fama. Han dedicado tanta energía al arte en sus vidas, que se han olvidado de la educar a sus hijos "como Dios manda".
Esta peculiaridad de los cuatro Bliss da pie a numerosas situaciones plagadas de ingenio. El público celebra con sus risas las ocurrencias verbales del autor, y el tono flemático de sus intérpretes.
Coward no es un autor crítico y social, aunque su temible juicio de la sociedad burguesa, está enterrado en sus obras, para que sea el público quien finalmente lo encuentre. Es un autor de juegos de palabras, de sobreentendidos, de ambigüedades, de miradas y entonaciones, que materializan un diagnóstico despiadado de la hipocresía, sin apenas decir nada grave sobre la escena.
Ángel García Moreno traslada con mimo a sus intérpretes, la admiración que siente por Coward como carpintero comediógrafo, y consigue que esta especie de superficial entretenimiento cale hondo en el público, precisamente por no pretenderlo.
María Luisa Merlo sabe mucho de estas familias tan extremadamente teatrales, e interpreta a una protagonista encantadora, coqueta y malévola. Pedro Civera, Antonio Vico, Ana Soriano y Elvira Travesi componen unos personajes muy creíbles y eficaces. Y los jóvenes Nacho Núñez, Cruz Sánchez, Raúl Sanz y Elena Maurandi aportan la belleza, simpatía y buen hacer, necesarios para completar la receta perfecta de la comedia.

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