lunes, 19 de julio de 2010

LA ABUELA DEL PÚBLICO


"Diez negritos", de Agatha Christie. Adaptación y Dirección: Ricard Reguant. Reparto: Amparo Climent. Tony Valento. Lia Uyá. Paco Cecilio. Mónica Aragón. Mª José del Valle. Pablo Calvo. Mark Sanjuán. Alfonso Arteche. Beatriz Barón. Madrid. Teatro Muñoz Seca. 14-9-2000.

La gran escritora británica Agatha Christie, ha sido una de las mujeres más importantes del S. XX. Su vida viajera junto a su esposo, le dieron una mirada cosmopolita, que enriquecía aún más su inteligencia y su talento narrativo. Más que como escritora, hay que considerarla como una gran "comunicadora", con los lectores de todas las lenguas y los tiempos venideros. Las historias de Agatha Christie hechizan al público, como a los niños los cuentos de la abuela junto al calor de la chimenea. Están tan pensados en beneficio del lector o del espectador, que se forma una especie de calorcillo vivo, mientras la abuela Christie, los sigue hechizando con sus redes de palabras.
El público de la noche del viernes, estaba clavado en la butaca, como hipnótico, y vivía más que el auténtico suspense, la inteligencia con que la autora se lo ofrecía y lo desplegaba ante ellos. No importa nada que la puesta en escena de "Diez negritos" sea a la vieja usanza; por el contrario, le da más encanto. Es casi como si se asistiera a ver una representación de la compañía que Woody Allen reunió en su genial "Balas sobre Broadway". Está la vampiresa, el viejo policía, el joven galán, el médico asesino, el chico ingenuo, la vieja recalcitrante, la extravagante periodista de moda, el mayordomo y su esposa, y hasta la chica del gangster.
Toda una estrambótica galería de personajes, de los que se conocen en un viaje en tren. La combinación de temperamentos que logra la autora en esta obra, consigue un cóctel perfecto y delicioso.
Este montaje de "Diez negritos" tiene un encanto añadido, y es el gozo de contemplar en estado puro, algunos estilos interpretativos, tajantes y sorprendentes. Amparo Climent interpreta a la Señora Mackenzie, demostrando poseer unos excelentes registros de primera actriz, desplegando un poderío físico y magnético sobre el escenario, raras veces visto en nuestra escena. La plenitud de su belleza y su talento interpretativo, (muy en la onda tórrida de Kathleen Turner) son muy necesarios para la revitalización de nuestro teatro. Los directores y productores deberían ver "Diez negritos" para comprobarlo. Tony Valento es un actor de una verdad tan rotunda y personal, que podría encarnar en sí mismo, toda una forma de interpretación de teatro popular, que se sumerge en la noche de los tiempos. Su vejete cascarrabias, el Señor Blore, resulta entrañable. Lia Uyá compone a una señora Brent muy adusta, enérgica y eficaz. Paco Cecilio interpreta al Doctor Armstrong, con su fuerza y convicción habituales. El resto del elenco -interpretado por jóvenes intérpretes- pone en marcha el reloj de perfecto mecanismo, que la abuela Agatha Christie, enciende cada vez que se levanta el telón del teatro, donde se representa "Diez negritos".

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