"Asesino", de Anthony Shaffer. Versión: Ricard Reguant y Rocío Langa. Dirección: Ricard Reguant. Reparto: Ramón Langa. Paca Gabaldón. Eva Isanta. Juan Polanco. Escenografía y vestuario: Carlos Abad. Iluminación: Pablo Calvo y F. Sarrión. Producción ejecutiva: Luis Lorente. Madrid. Teatro Fígaro. 7-9-2000.
La comedia de intriga policiaca de estirpe anglosajona, se viene consolidando en las últimas temporadas, como uno de los subgéneros teatrales que más atraen la atención del público madrileño. A mitad de camino entre el cine de suspense y la intriga psicológica, estas obras encienden una mecha de atención en la curiosidad de los espectadores, que no se apaga hasta la explosión final de aplausos, al concluir la representación. Si tenemos en cuenta que en esta nueva entrega de lo que podríamos llamar castizamente "teatro policíaco madrileño", no hay ni siquiera descanso, las falsas apariencias de la trama de "Asesino", funcionan como un mecanismo de relojería situado bajo la butaca de cada espectador de la sala, con un estallido final garantizado.
"Asesino" es una obra primeriza de Anthony Shaffer, el autor de "La huella", esa obra maestra que ha dado la vuelta al mundo en escenarios y pantallas. La buena mano de su autor, la inteligencia del argumento, lleno de pliegues y sorpresas; los virajes entre la realidad y su reflejo; las falsas personalidades aparentes de los personajes..., consiguen que el espectador no llegue a aburrrirse en ningún momento. Por el contrario, tiene que corregir, tras cada escena, su punto de vista sobre los hechos y los personajes que se le muestran en escena.
El juego del asesinato matrimonial podría resultar demasiado macabro en estos tiempos en que los noticiarios suelen informar -con más frecuencia de lo deseable- sobre la muerte de mujeres maltratadas y asesinadas brutalmente por sus esposos; aunque la erudición y, sobre todo, el humor de Anthony Shaffer consiguen desterrar esta trágica y patética visión cotidiana, de una obra tan bien construida e interpretada como "Asesino".
Los intérpretes son el plato fuerte de este montaje. Ramón Langa supera en cada nuevo trabajo teatral sus horizontes de actor de doblaje (Bruce Willis y Kevin Costner son los actores más conocidos a los que presta su personal y brillante voz), para demostrar su calidad y su entrega como actor de teatro. Sobre su personaje (curiosamente llamado Norman, como el asesino de "Psicosis") pivota todo el argumento, y Langa sostiene con fuerza el palo mayor de este tinglado. La reaparición de Paca Gabaldón es todo un acontecimiento para las tablas, pues la actriz demuestra poseer unos recursos vocales y energéticos muy plausibles (además de su inmarchitable belleza); pero sobre todo, una gran y singular personalidad escénica. Eva Isanta y Juan Polanco completan este "póker" de asesinos y cómplices -en potencia- con unas interpretaciones muy medidas y estimables. Con el buen hacer de todo el equipo de "Asesino" la diversión está garantizada para el público. Si es amante del género, no debería perdérsela.
La comedia de intriga policiaca de estirpe anglosajona, se viene consolidando en las últimas temporadas, como uno de los subgéneros teatrales que más atraen la atención del público madrileño. A mitad de camino entre el cine de suspense y la intriga psicológica, estas obras encienden una mecha de atención en la curiosidad de los espectadores, que no se apaga hasta la explosión final de aplausos, al concluir la representación. Si tenemos en cuenta que en esta nueva entrega de lo que podríamos llamar castizamente "teatro policíaco madrileño", no hay ni siquiera descanso, las falsas apariencias de la trama de "Asesino", funcionan como un mecanismo de relojería situado bajo la butaca de cada espectador de la sala, con un estallido final garantizado.
"Asesino" es una obra primeriza de Anthony Shaffer, el autor de "La huella", esa obra maestra que ha dado la vuelta al mundo en escenarios y pantallas. La buena mano de su autor, la inteligencia del argumento, lleno de pliegues y sorpresas; los virajes entre la realidad y su reflejo; las falsas personalidades aparentes de los personajes..., consiguen que el espectador no llegue a aburrrirse en ningún momento. Por el contrario, tiene que corregir, tras cada escena, su punto de vista sobre los hechos y los personajes que se le muestran en escena.
El juego del asesinato matrimonial podría resultar demasiado macabro en estos tiempos en que los noticiarios suelen informar -con más frecuencia de lo deseable- sobre la muerte de mujeres maltratadas y asesinadas brutalmente por sus esposos; aunque la erudición y, sobre todo, el humor de Anthony Shaffer consiguen desterrar esta trágica y patética visión cotidiana, de una obra tan bien construida e interpretada como "Asesino".
Los intérpretes son el plato fuerte de este montaje. Ramón Langa supera en cada nuevo trabajo teatral sus horizontes de actor de doblaje (Bruce Willis y Kevin Costner son los actores más conocidos a los que presta su personal y brillante voz), para demostrar su calidad y su entrega como actor de teatro. Sobre su personaje (curiosamente llamado Norman, como el asesino de "Psicosis") pivota todo el argumento, y Langa sostiene con fuerza el palo mayor de este tinglado. La reaparición de Paca Gabaldón es todo un acontecimiento para las tablas, pues la actriz demuestra poseer unos recursos vocales y energéticos muy plausibles (además de su inmarchitable belleza); pero sobre todo, una gran y singular personalidad escénica. Eva Isanta y Juan Polanco completan este "póker" de asesinos y cómplices -en potencia- con unas interpretaciones muy medidas y estimables. Con el buen hacer de todo el equipo de "Asesino" la diversión está garantizada para el público. Si es amante del género, no debería perdérsela.