sábado, 17 de julio de 2010

LABERINTO PARA TRES MUJERES


"Cierra bien la puerta", de Ignacio Amestoy. Dirección: Francisco Vidal. Reparto: Beatriz Carvajal. Ainhoa Amestoy. Elisenda Ribas. Escenografía y Vestuario: Ana Garay. Iluminación: Rafael Echeverz. Sonido: Álvaro Gómez. Madrid. Centro Cultural de la Villa. 8-9-2001.

El teatro de los autores vivos tiene la ventaja de ser un espejo directo de nuestro tiempo. El espectador se ve reflejado en los personajes y sus conflictos por la cercanía, por la actualidad, por la coincidencia, por ese ejercicio de cálculos que aproxima las palabras del autor a la experiencia del público. Ignacio Amestoy estrena puntualmente sus nuevas obras, y en ellas nos ofrece trozos de realidad, fragmentos de vida contemporánea. En esta ocasión, con "Cierra bien la puerta" realiza una aproximación al perfil de la mujer triunfadora del cambio de siglo. Mujeres heroicas y emprendedoras que no estuvieron dispuestas a aceptar el papel que para ellas prepararon mimosamente sus progenitores. Rosa Martínez de Madariaga es una periodista puntera, de las más influyentes del país, pero ella, rompiendo con la noble tradición de sus apellidos, se hace llamar Rosa Martínez y punto, sin más.
El enfrentamiento generacional es otro de los temas que se tratan en "Cierra bien la puerta". Si Rosa Martínez ha hecho en su vida lo que ha querido, (renunciando a los postulados ideológicos de sus mayores, para tomar otra senda más libertaria que habría de conducirle a la maternidad en soltería,) parece que su hija no tiene la misma libertad que ella para decidir su destino. Amparada en una madre que lo puede todo, la joven se siente enjaulada en la prisión de oro donde su madre la ha encerrado. El poder de la madre la ha convertido en una figurilla particular dentro de su laberinto, pero la hija, una vez que ha conseguido un trabajo (gracias a las influencias maternas) decide volar del hogar dorado.
Amestoy pasa revista a toda una crisis de valores de la mítica generación del sesenta y ocho, y a las claudicaciones que han tenido que realizar para poder disfrutar de la sustanciosa herencia recibida de los reaccionarios abuelos; y el estrés y el miedo que les produce su actual vertiginoso ejercicio del poder.
El mundo periodístico es el eje de esta obra que avanza a vuelta de rotativa. El funcionamiento interno de los periódicos, los rigores de la noticia, las exclusivas escandalosas, la rivalidad con la competencia ..., se tratan en la obra con un conocimiento de causa de primera mano. Pero, la madre y la hija no sólo compiten por la libertad y el éxito, sino que como en los grandes melodramas comparten al mismo hombre, un combate peligroso del que saldrá vencedora una sola. Un perro llamado Borges, un perro llamado París, un carrito con cascabeles en la plaza de oriente que retrotrae a la infancia de Rosa Martínez de Madariaga, en aquella España negra. Así es el viaje de las protagonistas. Madre e hija son encarnadas respectivamente por la popular actriz Beatriz Carvajal, que vuelca en su interpretación todo su buen hacer cómico y dramático, y por la joven y dinámica Ainhoa Amestoy que insufla vida al personaje de la hija. Elisenda Ribas completa este tríptico de damas en la sombra, componiendo un entrañable personaje de Tata, que lo ve y lo sabe todo. Francisco Vidal consigue con su dirección mantener vivos tanto los conflictos de la obra, como la atención del público.

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