domingo, 18 de julio de 2010

EN UN KARAOKÉ DE LA PERIFERIA


"Besos". De Carles Alberola y Roberto García. Albena Teatre. Dirección: Carles Alberola. Espacio escénico e iluminación: Carles Alfaro. Coreografía: Rosa Ribes. Arreglos musicales: Fernando Granell. Reparto: Noelia Pérez. C.A. Verónica Andrés. Carme Juan. Alfred Picó. Madrid. Teatro Príncipe. 17-1-2001.

Hace un par de temporadas, la compañía valenciana Albena Teatre presentó en el teatro Alfil de Madrid, su obra "Mandíbula afilada", basada en el "Manual de Seducción" de Enric Balaguer. Era un espectáculo delicioso, lleno de matices, ternura y poesía. Sin renunciar a la comercialidad, el montaje tenía un exquisito acabado teatral, tanto en la puesta en escena, como en la interpretación de su pareja protagonista. Albena Teatre acaba de desembarcar en Madrid con su nuevo trabajo "Besos", esta vez en un teatro cercano a la Gran Vía.
A través de las letras de las canciones españolas más horteras y comerciales de las tres últimas décadas, Alberola y García hilvanan una serie de historietas amorosas en tono desenfadado y liviano. Aunque dominan las relaciones hombres-mujer, también son tratadas -de pasada- ciertas relaciones entre parejas homosexuales.
En "Besos", el gancho con la actualidad funciona como en Café-Teatro; la soltura de los cómicos a la hora de dirigirse al público, es como de humoristas de televisión; y la calidad del trabajo actoral está más cercana a las galas anuales de la entrega de los Premios Goya, que a lo que se espera de unos actores en el escenario de un teatro. Si a esto se suma, que las cancioncillas que tararean -o parafrasean- son de sobra conocidas por los espectadores, quizás tengamos razones más que de sobra, para explicar su gran empatía con el patio de butacas. El público ríe a más decibelios de los habituales en una sala teatral; (al menos el del día del estreno, que tampoco era un público habitual).
El espacio escénico y la iluminación de Carles Alfaro son de una buena factura plástica. Sabe sintetizar con belleza y funcionalidad las señas de identidad del teatro, a través del símbolo del telón escarlata, y de una cívica grada. Lástima que se desaproveche en una representación tan vacua.
"Besos" es un trabajo rabiosamente comercial, muy adecuado para los que nunca van al teatro. Aunque, quizás el espectador más devoto se sienta defraudado, viendo esta serie de gracietas, ensartadas con estribillos de canciones famosas, que podría representarse en mejores condiciones en una discoteca, o en un karaoké de la periferia. Por otra parte, no deja de ser lamentable que esta obra venga avalada por tantos premios (entre ellos, el del Mérito Cultural; toda una vergüenza). ¿Es éste el más alto listón que podemos poner al teatro español, como para premiarlo y degradarlo tan repetidamente?

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