sábado, 26 de junio de 2010

EL LENGUAJE DE LOS ZAPATOS


"Tanguera. El musical.” Libreto: Diego Romay y Dolores Espeja. Música original: Gerardo Gardelín y Lisandro Adrober. Dirección general: Omar Pacheco. Coreografía: Mora Godoy. Letra y música canciones: Eladia Blázquez. Reparto: Mora Godoy. Maria Nieves. Juan Pablo Horvarth. Oscar Armando Martínez Pey. Escenografía: Valeria Ambrosio. Vestuario: Cecilia Monti. Diseño de luces: Ariel del Mastro. Madrid. Nuevo Teatro Alcalá Palace. 29-1-2003.

La inauguración de un nuevo gran teatro en Madrid es un acontecimiento poco frecuente del que siempre hay que felicitarse. El magnate argentino de la comunicación Alejandro Romay (ya podrían ir aprendiendo otros) ha realizado el esfuerzo y la inversión de volver a construir un teatro en el solar del antiguo Alcalá Palace, demostrando que las artes escénicas tienen un gran futuro en la sociedad que se avecina.
“Tanguera” es el gran espectáculo de baile elegido para su apertura. Más que un moderno musical de corte anglosajón, o de tradición operística, “Tanguera” es una gran pantomima-ballet en la que se evoca el nacimiento del tango en los arrabales portuarios del Buenos Aires de comienzos de siglo. La historia de la inmigrante francesa que arriba ilusionada al Río de la Plata, y que terminará en el arroyo, dividida entre el amor trágico de un rufián y la dominación de un regidor de cabaret, conectado con la mafia, se cuenta más con los zapatos que con los labios. No existe prácticamente la palabra en toda la representación salvo las cuatro hermosas canciones que desgrana con garra y sabiduría interpretativa una cantante argentina cuyo nombre no figura en el reparto. El idioma que une ambas orillas no está apenas presente en el espectáculo. ¿Se imaginan la película “West side story” sin diálogos, ambientada en Buenos Aires, y con las canciones reducidas a cuatro? Algo de eso hay en este montaje.
“Tanguera” es -ante todo- un espectáculo de danza ejecutada con virtuosismo técnico y artístico por los brillantes bailarines de la compañía. Destaca el arte de Oscar Armando Martínez Pey, que interpreta al mafioso, arrogante y canalla Gaudencio, con un baile sin esfuerzo de gran belleza y una potente presencia escénica. Mora Godoy baila a Giselle -la protagonista- con hermosa figura, precisión y pasión dramática. Juan Pablo Horvarth da vida al joven rufián ribereño con técnica, intensidad y calidad interpretativa. Y la veterana y humorística Maria Nieves despliega su baile y su personalidad como contrapunto humano y humorístico, a pesar de que interprete a la “Madama” del burdel.
Además de la calidad de sus intérpretes, la escenografía, el vestuario y –sobre todo- la poderosa iluminación de Ariel del Mastro, dan a “Tanguera” una categoría de espectáculo y una buena factura escénica, consumible fácilmente por todo tipo de públicos; la representación no llega ala hora y media.
Tras numerosos bises, los artistas fueron aplaudidos cada vez más cálidamente por el público. A la representación se sumaba un encanto más: el placer de estrenar un gran y hermoso coliseo que enriquece el presente y el porvenir teatral de nuestra ciudad.

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