sábado, 19 de junio de 2010

EL TIOVIVO DEL AMOR


“La tienda de la esquina”. Según la novela original de Miklos Laszlo. Adaptación: E. Fallot y J.J. Zilbermann. Versión: J. J. Arteche. Reparto: María Adánez. Aitor Mazo. Francisco Vidal. Juanjo Cucalón. Helena Dueñas… Escenografía: Stéphanie Jarre. Dirección local: Lander Iglesias. Dirección original: Jean Jacques Zilbermann. Madrid. Teatro Infanta Isabel.



El amor siempre ha movido montañas. No hay nada más universal y más deseado por todos, que amar y ser correspondidos. En el amor -como un mar- desembocan todas las buenas emociones y los mayores placeres de la vida. Las comedias románticas tienen ese valor, siempre agradan al público porque siembra en sus vidas ternura y optimismo.
“La tienda de la esquina” es un buen ejemplo de ello. Con una trayectoria fulgurante que se inicia en la comedia original de Miklos Laszlo, continúa en la película de Lubitsch, hasta regresar con éxito al teatro de la mano de los franceses Evelyne Fallot y Jean Jacques Zilbermann, este agridulce bazar de las sorpresas aterriza en Madrid para deleitar a nuestro público.
La obra narra las peripecias de un grupo de empleados de una librería en el Budapest de entreguerras. Todas las miserias y anhelos que comparten los trabajadores del Señor Matutschek, sirven de telón de fondo a la historia de amor por carta que están viviendo dos empleados (el primer vendedor y la última dependienta) sin saber que sus idolatrados amados epistolares son ellos mismos. El enredo se complica cuando uno de los dos es despedido, aunque tendrá -como en todas las comedias románticas- un final feliz y venturoso.
Los sedimentos de tantos talentos distribuidos en la gestación de este proyecto producen un buen resultado de comedia navideña, amable, blanca y melancólica, que nos transmite muy bien los fantasmas y los ángeles de esa Europa central austrohúngara, justo antes de la tragedia de la segunda guerra mundial.
La puesta en escena se sustenta en una gran escenografía circular que nos muestra como en un Tiovivo de juguetería, la dulce jaula de libros donde viven estos pobres y sentimentales pajarillos de Budapest. El dinamismo que alcanza la representación gracias a este mecanismo escénico, la emparenta con el lenguaje cinematográfico.
María Adánez interpreta con su belleza y su fuerte personalidad escénica a la señorita Clara, mujer segura, moderna y casquivana, que enamora por carta a su odiado jefecillo. Aitor Mazo da vida a este prominente y hermético enamorado, que copia poemas de Victor Hugo en las cartas a su amada anónima. Francisco Vidal es el temido dueño de la tienda, que tiene problemas con las infidelidades de su esposa.
Todo el numeroso elenco está entregado a esta dulce propuesta teatral, que el público disfruta con sus risas y consagra con sus largos y cálidos aplausos. Asistir a la representación de estas buenas comedias de siempre, hace la vida más soportable.

Juan Antonio VIZCAÍNO

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