sábado, 19 de junio de 2010

RADIOGRAFÍA DEL FRACASO

“El precio”. De Arthur Miller. Dirección: Jorge Eines. Reparto: Juan Echanove. Ana Marzoa. Juan José Otegui. Helio Pedregal. Escenografía: Andrea D’Odorico. Versión y traducción: Bernardo Sánchez Salas. Vestuario: Nora Renam. Iluminación: Juan Gómez Cornejo. Madrid. Teatro Marquina. 10-2-04

“El precio” es una obra de madurez de Arthur Miller. Se estrenada en 1968, cuando el dramaturgo norteamericano ya había obtenido sus principales éxitos con “La muerte de un viajante”, “Las brujas de Salem” o “Panorama desde el puente”. Con dos premios Pulitzer en la mochila, el reconocido autor se sentía libre para escribir lo que le viniese en gana. En “El precio” vuelve a sumergirse en esa clase media norteamericana que tantos éxitos le había dado, para volver a realizar una pulcra radiografía crítica del sistema norteamericano.
A Miller le interesan las estafas vitales, o sea, esos personajes perdedores, víctimas de las irregularidades de la democracia estadounidense y de sus inefables hombres de banca. En esta clase social instalada en el conflicto de un sistema político que hace aguas por todas partes, es donde Miller parece sentirse cómodo, fotografiando las patologías humanas de las sociedades desarrolladas. En “El precio” todos los personajes tienen su vida frustrada, tanto el hermano pobre como el rico. Ni Victor ni Óscar han sido capaces de sobrevivir a las inclemencias morales del tiempo. Y eso que los dos tomaron sentidos opuestos en la vida, Víctor abandonando sus estudios para entrar en la policía y poder mantener a su padre arruinado; y Óscar que –alejándose de sus responsabilidades familiares- se dedicó a medrar lo más posible para convertirse en un médico millonario. La miseria moral abate tanto su vida, como las penurias económicas y la idea del fracaso torturan al hermano policía y a su esposa.
En la puesta en escena de “El precio” dirigida por Jorge Eines se alcanzan momentos de gran intensidad teatral, debido a la altura interpretativa de este desahuciado cuarteto moral. Juan Echanove interpreta al policía con una rica gama de registros tanto gestuales como vocales, además de su rotunda presencia escénica. Ana Marzoa da vida a su meliflua esposa con su gran personalidad de primera actriz. Interpreta a una alcohólica que se siente fracasada, aunque esté negada para incorporarse al mundo de la realidad. Helio Pedregal interpreta con vivacidad y soltura al médico, cuya vida no le hace sentirse precisamente orgulloso. Juan José Otegui realiza una interpretación soberbia y personalísima del viejo judío Solomón. El público ríe sus gracias y se conmueve con el alto vuelo de su actuación.
Quizás influya el hecho de que la intensa y verbal representación de “El precio” dure más de dos horas; o que el mismo texto de Miller haya envejecido, porque este exhaustivo “teatro de conversación” (como se le llamaba despectivamente al último teatro benaventino) ha perdido terreno frente a la poderosa cultura de la imagen; o, que quizás no terminen de cuajar tantos talentos actorales reunidos para encarnar unos roles vulgares y aburridos, (puramente norteamericanos), el caso es que “El precio” no termina de atrapar al público de aquí y ahora. Se dilata por mil vericuetos, y lo que había sido virtuosismo de un póquer de actores, se transforma en repetición de sí mismos.
El numeroso público de la noche del estreno aplaudió reiterada y entusiastamente el trabajo de la compañía, y particularmente, a cada uno de sus brillantes intérpretes.

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