sábado, 26 de junio de 2010

TRAGEDIA NUCLEAR


"Copenhague”. De Michael Frayn. Dirección: Román Calleja. Versión: Charo Solanas. Reparto: Sonsoles Benedicto. Fernando Delgado. Juan Gea. Escenografía: Giuliano Spinelli. Vestuario: Paula Roca. Sonido: Eduardo Vasco. Madrid. Centro cultural de la Villa. 24-4-2003.

La tormentosa amistad de dos científicos nucleares -agraciados ambos con el Premio Nóbel de Física- como Niels Bohr y Tener Heisenberg, es de entrada un material difícil para la dramaticidad. Los debates de dos sabios físicos, pioneros en el estudio de la fisión nuclear, parece excesivamente oscuro para el público llano, pero nadie puede quedar indiferente ante un dilema como el de la creación de la bomba atómica, que ha cambiado el curso de la Historia de la humanidad.
El dramaturgo británico Michel Frayn demuestra una gran habilidad y un buen olfato dramático, para conducir sus diálogos hacia el rico debate moral, que implica el que un científico se ponga al servicio de los intereses de un político. El conflicto ético que plantea la obra es similar al de la explosión en cadena de la poderosa bomba mortífera. No se trata de uno solo, sino que son múltiples e interesantísimos, todos los que desgrana Frayn entre los febriles diálogos de su pieza. La autoridad moral del científico, su compromiso con el bien de la humanidad, las obligaciones que nos impone en tiempo de guerra el beneficio de la patria y la familia, la ignominia de la invasión de países independientes, el racismo y la xenofobia, las lealtades amistosas, la comunicación matrimonial…
“Copenhague” viene avalado por un gran éxito en las carteleras de Londres, París, o Nueva York, y se manifiesta como una pieza de culto, donde el teatro ha conseguido radiografiar uno de los mayores conflictos trágicos de nuestro tiempo.
Román Calleja ha sabido imprimir a su puesta en escena de “Copenhague” un intenso y profundo ritmo letal. Apremia a los intérpretes a que se expriman en sus intervenciones. El texto está escrito con un tono narrativo, que se intercala por encima de los diálogos que marcan la acción, lo que equivale a que podamos saber lo que piensan los personajes y no dicen, justo como en un soliloquio.
En una hermosa y misteriosa escenografía de Giuliano Spinelli, Fernando Delgado interpreta a Nielhs Bohr, el “padre científico” de W. Heisenberg. El actor vuelve a demostrar una gran riqueza de registros interpretativos de primer actor. Sonsoles Benedicto da vida a su esposa, Margreth con una singular y potente personalidad escénica. Es de los tres personajes el que filtra una mayor humanidad hacia el público. Juan Gea es Heisenberg, el científico alemán en tan difícil conflicto moral en plena Segunda Guerra mundial. El actor realiza un buen trabajo interpretativo, con ricos registros de voz.
Aunque, en algunos momentos la representación pueda tornarse un tanto narrativa, el público siguió con gran atención e interés el desarrollo de la pieza. Los tres protagonistas y su director, recibieron una larga ovación, trufada de bravos, en la noche del estreno.

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