lunes, 21 de junio de 2010

Y SAM VOLVIO A TOCARLA


“Sueños de un seductor”. De Woody Allen. Versión: Juan José Arreche. Director: David Ottone. Reparto: Fele Martínez. Mar Bordallo. Vicente Colomar. Raquel Gribler. Belén González. Paco Churruca. Madrid. Teatro Arlequín.

El universo de Woody Allen es tan conocido para el público español actual, como puede serlo el de Jardiel Poncela. Sus obras de hace cuarenta años podían suceder perfectamente en el Madrid de nuestros días. El cine homologa y universaliza los discursos y las costumbres. Gracias al cine de Allen y a muchos telefilmes norteamericanos, cualquier español puede tener sus propios recuerdos, impresiones e imágenes de Nueva York, sin haber puesto jamás un pie en la isla de Manhattan.
Aunque esto no debe conducirnos a engaños, no todas las películas tienen el mismo poder evocativo. Lo que hace singular la obra de Allen es que es personalísima e intransferible. Su fuerza de autor radica en su salvaje subjetividad. Paradójicamente sólo podemos identificarnos colectivamente en lo extravagante y en lo insólito.
Allen disecciona la realidad con el bisturí implacable del humor. Su ingeniosa ironía, socorrida por el erotismo, conduce directamente a la comedia, el más difícil de los géneros.
“Sueños de un seductor” es una de sus primeras entregas teatrales, estrenada en Chicago en 1968. El impacto que produjo entonces no puede hoy provocarlo. Cuando esta obra se estrenó, el que se estaba mostrando públicamente por primera vez era Woody Allen. El éxito no fue el de la obra, sino el del autor-actor que se avalanzaba sobre la sociedad norteamericana, para retransmitirla al mundo entero, con su estimulante mirada cáustica.
Fele Martínez encabeza la producción española de “Sueños de un seductor”, que inicialmente se titulaba “Tócala otra vez, Sam”, en homenaje sentido y directo a la película “Casablanca”. El título no era gratuito, lo mejor de la obra es la incorporación a la trama del personaje de Bogart, que le da consejos permanentemente al tímido, torpe y compulsivo protagonista, para conquistar limpiamente el amor y la pasión de cualquier hembra. Este fantástico personaje es el mayor hallazgo teatral de la función, porque pone en marcha el motor de la comedia satírica; mientras el retablo de los personajes típicos de la gran manzana, forman parte de la comedia de costumbres.
La compañía realiza un compacto trabajo de interpretación, que mantiene viva la escena en todo momento. Fele Martínez interpreta al alter-ego de Woody Allen, con una expresiva timidez cómica, que el público celebra con risas y carcajadas. Paco Churruca da vida al fantasma de Bogart con una contención tan brusca como divertida. Vicente Colomar representa con sólida elegancia al ejecutivo amigo, que tiene medio olvidada a su esposa. Mar Bordallo es la mujer casi abandonada que une y separa a ambos amigos. Raquel Gribler interpreta a la exesposa del protagonista, con fiera belleza.
El público aplaudió esta refrescante comedia, servida con entusiasmo, entrega y cariño por sus protagonistas.

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