"Qfwfq. Una historia del universo". A partir de "Las cosmicómicas" de Italo Calvino. Teatro Meiridional. Adaptación: Julio Salvatierra Cuenca. Dirección: Alvaro Lavín. Reparto: Alvaro Lavín. Marisa Seresesky. Paloma Vidal. Oscar Sánchez Zafra. Música: O. S. Zafra. Vestuario: Ana Llena. Inspiración General: Miguel Seabra. Madrid. Sala Cuarta Pared.
¿Qué sucede cuando los moluscos se sienten atraídos por la luna? ¿Cómo se inventó el amor y el sexo, bajo el agua del océano? ¿Antes de ser individuos separados, cómo éramos? ¿Por que las potentes cadenas de las mareas, alejaron definitivamente la luna de la Tierra? ¿A causa de qué nacieron las conchas de los caracoles marinos? ¿Saben ustedes por qué su tío abuelo tiene cara de pez?... Todo este tipo de enigmáticas y poéticas preguntas alcanzan su dulce respuesta en el originalísimo espectáculo "Qfwfq. Una historia del Universo", basado en una serie de cuentos que publicó el magmático Italo Calvino en 1965. La riqueza científica y poética del autor italiano en estos relatos, está traducida al escenario con una sutilidad similar al trazo de un pincel de pelo de marta. Se nota que los integrantes de Teatro Meridional han realizado este espectáculo con amor, rigor y devoción. Su reto es alto; narrar una historia del universo, en algo más de una hora, utilizando a una familia de campesinos "profundos" como vehículo, es una tarea como mínimo arriesgada. Pero, el humor, la sencillez y la poesía con que desgranan estos estupendos cómicos su relato dramático, no puede menos que conmover a un público regozijado por la risa y el reconocimiento.
Alvaro Lavín, como director y como intérprete, consigue transmitir a las tablas una extraña pulsión, llena de sutilidades y matices. Este singular trabajo escénico demuestra cómo los matices precisos de un grupo de intérpretes puede producir convulsiones humorísticas entre el respetable. Con la desnudez del espacio, la ausencia de acción dramática, y prácticamente desde el estatismo, se consigue antes que nada, dejar a flote y al descubierto los enigmas de la palabra portentosa de Italo Calvino (excelentemente adaptado por Julio Salvatierra), en manos de los recursos intérpretativos de unos virtuosos actores. El espectáculo tiene elementos de la tradición bufonesca, del intérprete que contaba fabulosos episodios a una reunión de campesinos deslumbrados: cuento, un trago de vinillo y una copla. El regocijo de la inteligencia y la imaginación se encierra en este inspirado montaje que resucita el teatro fantástico; la sencillez, la poesía, y la devoción teatral de sus responsables, garantiza una experiencia inolvidable.
¿Qué sucede cuando los moluscos se sienten atraídos por la luna? ¿Cómo se inventó el amor y el sexo, bajo el agua del océano? ¿Antes de ser individuos separados, cómo éramos? ¿Por que las potentes cadenas de las mareas, alejaron definitivamente la luna de la Tierra? ¿A causa de qué nacieron las conchas de los caracoles marinos? ¿Saben ustedes por qué su tío abuelo tiene cara de pez?... Todo este tipo de enigmáticas y poéticas preguntas alcanzan su dulce respuesta en el originalísimo espectáculo "Qfwfq. Una historia del Universo", basado en una serie de cuentos que publicó el magmático Italo Calvino en 1965. La riqueza científica y poética del autor italiano en estos relatos, está traducida al escenario con una sutilidad similar al trazo de un pincel de pelo de marta. Se nota que los integrantes de Teatro Meridional han realizado este espectáculo con amor, rigor y devoción. Su reto es alto; narrar una historia del universo, en algo más de una hora, utilizando a una familia de campesinos "profundos" como vehículo, es una tarea como mínimo arriesgada. Pero, el humor, la sencillez y la poesía con que desgranan estos estupendos cómicos su relato dramático, no puede menos que conmover a un público regozijado por la risa y el reconocimiento.
Alvaro Lavín, como director y como intérprete, consigue transmitir a las tablas una extraña pulsión, llena de sutilidades y matices. Este singular trabajo escénico demuestra cómo los matices precisos de un grupo de intérpretes puede producir convulsiones humorísticas entre el respetable. Con la desnudez del espacio, la ausencia de acción dramática, y prácticamente desde el estatismo, se consigue antes que nada, dejar a flote y al descubierto los enigmas de la palabra portentosa de Italo Calvino (excelentemente adaptado por Julio Salvatierra), en manos de los recursos intérpretativos de unos virtuosos actores. El espectáculo tiene elementos de la tradición bufonesca, del intérprete que contaba fabulosos episodios a una reunión de campesinos deslumbrados: cuento, un trago de vinillo y una copla. El regocijo de la inteligencia y la imaginación se encierra en este inspirado montaje que resucita el teatro fantástico; la sencillez, la poesía, y la devoción teatral de sus responsables, garantiza una experiencia inolvidable.
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