domingo, 20 de junio de 2010

DORMIR, SOÑAR, TAL VEZ MORIR


“El Rey se muere”. De Eugène Ionesco. Traducción: Antonio Martínez Sarrión. Dirección: José Luis Gómez. Reparto: Francesc Orella. Susi Sánchez. Elisabet Gelabert. José Luis Alcobendas. Inma Nieto. Jesús Barranco. Escenografía: Elisa Sanz. Vestuario: Pepe Rubio. Iluminación: José Manuel Guerra. Espacio sonoro: Juan Manuel Artero. Madrid. Teatro de la Abadía. 15-1-2004

La angustia ante la muerte mueve montañas de literatura. La pregunta esencial sobre el tránsito absoluto de los seres vivos es el motor de una nave que prefiere seguir eternamente en alta mar, antes que atracar en cualquier puerto mortal.
El dramaturgo rumano afincado en París, Eugène Ionesco es el representante más vívido del llamado Teatro del Absurdo. “El Rey se muere” es considerada por muchos su obra maestra. No es la que se represente en España con más frecuencia.
“Dormir, soñar, tal vez morir…” se ha convertido en una máxima de la dramaturgia española desde el Barroco. La obra de Ionesco parece de pura raigambre ibérica. La límpida traducción de A. Martínez Carrión la emparenta aún más con nuestro acervo vital y teatral. José Luis Gómez ha trasladado a escena la obra con una meticulosidad milimétrica en el decir de sus intérpretes, y en los precisos mecanismos sobre los que ha construido su puesta en escena. El alzado del espacio escénico es un ocho tumbado como el signo del infinito que gravita sobre esta representación con vocación y estilo de trascendencia. El hermoso escenario concebido por Elisa Sanz en suaves tonos rosados, está repleto de símbolos: la grieta en el muro, el cetro con puño de rinoceronte, la corona-salakof del rey que se apaga, el radiador de calefacción con forma de corazón que ya no calienta. Todo está envuelto en una atmósfera sonora ecléctica que combina arrullos tibetanos con el Réquiem de Mozart. La iluminación y el vestuario también han sido tratados como cifrados signos simbólicos. Se hace evidente que se trata de una representación compleja y sembrada de acertijos.
Gómez cuenta con un excelente reparto (quizás el más completo que haya presentado nunca La Abadía) encabezado por Francesc Orella en el personaje del rey, y Susi Sánchez, en el de su primera esposa, la implacable reina Margarita. Elisabet Gelabert interpreta a la apasionada y hermosa reina. José Luis Alcobendas otorga presencia y solemnidad al médico-astrólogo-verdugo real, e Inma Nieto y Jesús Barranco representan al servicio de la casa.
El selecto público que acudió a la velada del estreno aplaudió reiteradamente la genuina labor de todo el equipo.

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