"Contactos”. De y dirigido por Juan José Alonso Millán. Reparto: Juanito Navarro. Juanjo Alia. Marga Herrera. Estibaliz Sanz. Mamen Díaz. Escenografía y vestuario: José Miguel Ligero. Iluminación: Alejandro Sánchez. Madrid. Teatro Muñoz Seca. 9-5-2002.
Juan José Alonso Millán es el dramaturgo español vivo que más estrena en los teatros madrileños. Su teatro humorístico y satírico es bien recibido por el público, que encuentra en sus comedias una de las mejoras fórmulas para el entretenimiento. La combinación de risas, bellas mujeres y buenos sentimientos, es un caldo de cultivo natural para el gozo teatral.
En la tradición de comediógrafos españoles recientes los hay con mucha más mala uva que Alonso Millán (Mihura), y con más delirio (Jardiel), también con más ternurismo poético (Luca de Tena). Aunque a ritmo de estrenos, a quien Alonso Millán va alcanzando es a Alfonso Paso. El hecho de que Alonso Millán también sea director de escena, favorece esta constante fermentación de sus obras, cada vez más perfiladas y precisas en el arte de conmover y divertir, realizando una caricatura de nuestro tiempo.
En su nueva obra “Contactos”, el autor madrileño se pone en la piel de otro de sus heroicos solteros, (interpretado esta vez por el sin par Juanito Navarro), para desbrozar una reflexión sobre la soledad, el matrimonio, el sexo, y también la amistad que se encierra en la convivencia de una pareja, por muy artificial y pecuniaria que ésta resulte. Ramiro tiene por costumbre -desde hace años- hacerse visitar por una mujer de alquiler que le ayuda a sobrellevar el tedio de las tardes de domingo. A Marisa le sube el sueldo para certificar la lealtad de sus relaciones estables, cuando ésta le anuncia que no va a volver a regresar, porque ha decidido casarse con un rico huertano de Valencia. Ramiro no se queda solo, pues su atenta compañera de servicios, le ha buscado una sustituta para los domingos por la tarde. Aunque la nueva pupila (Estíbaliz Sanz) entusiasma al hombre maduro por su juventud y belleza, en el fondo no olvida a Marisa, a la que había ido acostumbrándose en los últimos años.
Alonso Millán aprovecha este argumento para hacer una reflexión sobre la soledad masculina de estos empedernidos resistentes al matrimonio, con gran ingenio verbal, ironía y muchísimo humor endulzado con cucharaditas de ternura y melancolía, en una historia que termina bien.
Juanito Navarro vuelve a demostrar que es un cómico de raza y un gran actor que conoce donde tiene las cosquillas el público, y no se priva de improvisar con sus muecas y prodigiosa gesticulación, para sacar el máximo partido de risa a cada situación de la obra. El público lo interrumpe con aplausos durante su inspirada y generosa actuación.
Marga Herrera interpreta con cierto dramatismo al personaje de Marisa, la puta que quiere casarse y abandonar el oficio más viejo del mundo. Estíbaliz Sanz está dinámica y bella dando cuerpo y vida a esta nueva generación de mujeres de la calle, que a su vez termina arreglándoselas para casarse y ser madre de familia. Juanjo Alía interpreta al joven discípulo de Ramiro, que en teoría iba a seguir sus pasos de soltería, y Mamen Díaz completa el brillante reparto.
El día del estreno el público ovacionó a toda la compañía y al autor, que dirigió sus habituales palabras de agradecimiento al respetable.
Juan José Alonso Millán es el dramaturgo español vivo que más estrena en los teatros madrileños. Su teatro humorístico y satírico es bien recibido por el público, que encuentra en sus comedias una de las mejoras fórmulas para el entretenimiento. La combinación de risas, bellas mujeres y buenos sentimientos, es un caldo de cultivo natural para el gozo teatral.
En la tradición de comediógrafos españoles recientes los hay con mucha más mala uva que Alonso Millán (Mihura), y con más delirio (Jardiel), también con más ternurismo poético (Luca de Tena). Aunque a ritmo de estrenos, a quien Alonso Millán va alcanzando es a Alfonso Paso. El hecho de que Alonso Millán también sea director de escena, favorece esta constante fermentación de sus obras, cada vez más perfiladas y precisas en el arte de conmover y divertir, realizando una caricatura de nuestro tiempo.
En su nueva obra “Contactos”, el autor madrileño se pone en la piel de otro de sus heroicos solteros, (interpretado esta vez por el sin par Juanito Navarro), para desbrozar una reflexión sobre la soledad, el matrimonio, el sexo, y también la amistad que se encierra en la convivencia de una pareja, por muy artificial y pecuniaria que ésta resulte. Ramiro tiene por costumbre -desde hace años- hacerse visitar por una mujer de alquiler que le ayuda a sobrellevar el tedio de las tardes de domingo. A Marisa le sube el sueldo para certificar la lealtad de sus relaciones estables, cuando ésta le anuncia que no va a volver a regresar, porque ha decidido casarse con un rico huertano de Valencia. Ramiro no se queda solo, pues su atenta compañera de servicios, le ha buscado una sustituta para los domingos por la tarde. Aunque la nueva pupila (Estíbaliz Sanz) entusiasma al hombre maduro por su juventud y belleza, en el fondo no olvida a Marisa, a la que había ido acostumbrándose en los últimos años.
Alonso Millán aprovecha este argumento para hacer una reflexión sobre la soledad masculina de estos empedernidos resistentes al matrimonio, con gran ingenio verbal, ironía y muchísimo humor endulzado con cucharaditas de ternura y melancolía, en una historia que termina bien.
Juanito Navarro vuelve a demostrar que es un cómico de raza y un gran actor que conoce donde tiene las cosquillas el público, y no se priva de improvisar con sus muecas y prodigiosa gesticulación, para sacar el máximo partido de risa a cada situación de la obra. El público lo interrumpe con aplausos durante su inspirada y generosa actuación.
Marga Herrera interpreta con cierto dramatismo al personaje de Marisa, la puta que quiere casarse y abandonar el oficio más viejo del mundo. Estíbaliz Sanz está dinámica y bella dando cuerpo y vida a esta nueva generación de mujeres de la calle, que a su vez termina arreglándoselas para casarse y ser madre de familia. Juanjo Alía interpreta al joven discípulo de Ramiro, que en teoría iba a seguir sus pasos de soltería, y Mamen Díaz completa el brillante reparto.
El día del estreno el público ovacionó a toda la compañía y al autor, que dirigió sus habituales palabras de agradecimiento al respetable.
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