sábado, 17 de julio de 2010

MÁS ALLÁ DEL ARCO IRIS


"El mago de Oz". De L. Frank Baun. Dirección y adaptación: Juan José Alonso Millán. Reparto: Leticia Sabater. Ana Bosch. Félix Granados. Lauren Morales. Jorge Prat. Fernando García. Mª Luisa Bernal. Silvia Alonso. Madrid. Teatro Calderón. 15-12-2001.

Desde que L. Frank Baun escribiera su lirbo "El mago de Oz" no han cesado de realizarse adaptaciones y versiones varias de las aventuras de la niña Dorita y sus amigos, el espantapájaros, el robot de lata y el león. Este mágico cuarteto ha inspirado no sólo a grandes directores de la escena musical, sino también de cine, dibujantes de cómic, y hasta a "Drags queens" que han hecho su propia lectura freudiana de los sueños fantásticos de la niña Dorita de "El mago de Oz". La historia es de todos conocida: érase una vez una granja en la América del Norte, donde vivía una niña con sus tíos y con su perrito Totó. Tuvo serios problemas con su maestra y el perrito desapareció. Dorita desolada, salió a buscarlo de noche, bajo la tormenta hasta caer en el reino de Oz.
La historia de Dorita debe mucho a "Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll, sólo que en esta ocasión, en lugar de tratarse de una distinguida y aristocrática niña inglesa, se trata de una campesina tan aventurera como su paisano Tom Sawyer. Aunque, en el mundo de los sueños poco importan las clases sociales o las nacionalidades en que se disfruta del tesoro vivo de la fantasía.
Leticia Sabater tiene un poder de fascinación sobre los pequeños semejante al de una hada madrina de la televisión. Verla en persona en un teatro, es para los niños casi como un milagro. Se les aparece en una enorme sala con forma de caracola, entre resplandores, bailes y canciones.
La varita mágica del hada Leticia-Dorita no está en su mano, sino en sus pies. Las señoras del sueño le regalan un par de zapatos rojos brillantes como rubíes, que encierran poderes mágicos. Leticia aprovecha sus dotes de baile, para convertir a los zapatos en uno más de los protagonistas del mago de Oz.
Juan José Alonso Millán realiza un espectáculo dinámico y alegre, fiel al espíritu de la conocida película, interpretada por la inolvidable y canora Judy Garland. La rica y colorista iluminación ayuda a crear las fantásticas aventura de Dorita en los bosques de Oz, luchando contra árboles animados, y monos amestrados por brujas feas, crueles y vengativas. Las persecuciones suceden a veces, por el patio de butacas, entre los niños, para excitar aún más su emoción. El autor Alonso Millán llena de guiños actuales y de chistecillos su versión, haciendo reir por añadido, al público infantil, que es el más exigente de todos los que puedan imaginarse. El mismísimo y riguroso Bertolt Brecht sometía a todos sus espectáculos a la prueba de fuego de estrenarlos con niños, si éstos se aburrían o protestaban, suspendía el estreno definitivo entre adultos: algo no funcionaba, y había que seguir ensayándolo, hasta que finalmente les gustara a los pequeños.
El público de Leticia de Oz se ríe, se divierte y se queda clavado en la butaca, viendo la alegre y mágica representación, que también interesa y entretiene a sus mayores.
Repetir tras la fama, el riesgo del teatro en beneficio del público más joven y con más futuro, es una saludable tarea, a la que deberían aficionarse muchas actrices y actores famosos, que son ídolos de los niños, gracias al cine y la televisión, y gozarían de una forma extraordinaria viéndolos en persona bajo todos los fascinantes hechizos de un escenario de teatro.

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