"La fuerza lastimosa”. De Lope de Vega. Dirección: Eduardo Vasco. Versión: Yolanda Pallín. Reparto: Lidia Palazuelos. Daniel Albaladejo. Fernando Gil. Jesús Fuente. José Vicente Ramos. Elena Rayos. Aitor tejada. Elvira Cuadrupani. Elena Rayos. Escenografía: Richard Cenier. Vestuario: Rosa Gª Andújar. Madrid. Galileo Teatro. 7-2-2002.
Las comedias exóticas del barroco cumplían la función que cubren hoy las películas de aventuras; a la par, que mostraban la inabarcable expansión del imperio español. Los romances, en su pequeño y perfecto estuche medieval, guardaron crónica de muchos de los más truculentos sucesos de la época, desde las batallas sangrientas, a los más profundos pesares y dichas de amor. Posteriormente, sirvieron de inspiración a los grandes poetas dramáticos del siglo de oro, para versificar y dialogar estos dramáticos y emotivos episodios de la historia o de la leyenda.
“La fuerza lastimosa” es la versión que Lope de Vega hace del romance del Conde Alarcos, quien fue obligado a matar a su esposa, para enviudar y poder casarse –pagando una falsa deuda de honor- con la hija del rey.
Eduardo Vasco y Yolanda Pallín se embarcan en la aventura de contarnos de nuevo esta efectiva historia lopesca. Late tras este espectáculo la misma fascinación épica que puede suscitar “El señor de los anillos”, o la saga de “La guerra de las galaxias”. Y no se trata solo de colchones sonoros y musicales que sugieran una atmósfera cinematográfica, sino de una extraña pulsión de intensidad, como si a todo el equipo le fuese la vida en el intento.
La acción está ambientada en un lejano país de costas abruptas y oceánicas, pero gracias a la sugestión del vestuario, la estilización de navío del espacio escénico, y la feérica iluminación, la representación ingresa en un tiempo mítico de grandes resonancias teatrales. El silencio se pasea por este montaje como un reptil cargado de misterio.
La fuerza de los intérpretes impulsa el velamen de esta nave fantasma. Lidia Palazuelos demuestra una pujante y sobresaliente personalidad teatral, interpretando a la infanta Dionisia. Bajo su hermosa faz juvenil revolotean malicias de sacerdotisa. Daniel Albaladejo la sigue en intensidad dramática, y verbo preciso; sufre el verso en sus entrañas para extraerle su verdad. Elvira Cuadrupani da vida a la desgraciada Condesa Isabela con profunda emoción y desgarro. Jesús Fuente, Aitor Tejada y Fernando Gil realizan igualmente interpretaciones ajustadas y brillantes.
Aunque la representación adolece de zonas más oscuras y bajas de tono, “La fuerza lastimosa” es un montaje genuino y peculiar, que podrá disfrutar el espectador más avezado, amante del extraño, raro y fecundo misterio teatral.
Las comedias exóticas del barroco cumplían la función que cubren hoy las películas de aventuras; a la par, que mostraban la inabarcable expansión del imperio español. Los romances, en su pequeño y perfecto estuche medieval, guardaron crónica de muchos de los más truculentos sucesos de la época, desde las batallas sangrientas, a los más profundos pesares y dichas de amor. Posteriormente, sirvieron de inspiración a los grandes poetas dramáticos del siglo de oro, para versificar y dialogar estos dramáticos y emotivos episodios de la historia o de la leyenda.
“La fuerza lastimosa” es la versión que Lope de Vega hace del romance del Conde Alarcos, quien fue obligado a matar a su esposa, para enviudar y poder casarse –pagando una falsa deuda de honor- con la hija del rey.
Eduardo Vasco y Yolanda Pallín se embarcan en la aventura de contarnos de nuevo esta efectiva historia lopesca. Late tras este espectáculo la misma fascinación épica que puede suscitar “El señor de los anillos”, o la saga de “La guerra de las galaxias”. Y no se trata solo de colchones sonoros y musicales que sugieran una atmósfera cinematográfica, sino de una extraña pulsión de intensidad, como si a todo el equipo le fuese la vida en el intento.
La acción está ambientada en un lejano país de costas abruptas y oceánicas, pero gracias a la sugestión del vestuario, la estilización de navío del espacio escénico, y la feérica iluminación, la representación ingresa en un tiempo mítico de grandes resonancias teatrales. El silencio se pasea por este montaje como un reptil cargado de misterio.
La fuerza de los intérpretes impulsa el velamen de esta nave fantasma. Lidia Palazuelos demuestra una pujante y sobresaliente personalidad teatral, interpretando a la infanta Dionisia. Bajo su hermosa faz juvenil revolotean malicias de sacerdotisa. Daniel Albaladejo la sigue en intensidad dramática, y verbo preciso; sufre el verso en sus entrañas para extraerle su verdad. Elvira Cuadrupani da vida a la desgraciada Condesa Isabela con profunda emoción y desgarro. Jesús Fuente, Aitor Tejada y Fernando Gil realizan igualmente interpretaciones ajustadas y brillantes.
Aunque la representación adolece de zonas más oscuras y bajas de tono, “La fuerza lastimosa” es un montaje genuino y peculiar, que podrá disfrutar el espectador más avezado, amante del extraño, raro y fecundo misterio teatral.
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